El pasado mes de julio, leía una noticia que, tristemente, no para de estar de actualidad, y venía referida a los trabajos en condiciones de estrés térmico en las que, sobre todo en periodo estival, sufren muchísimos trabajadores.
Así, esta noticia trataba de una empresa de Toledo en la que los trabajadores, según denuncia del sindicato a la ITSS, sufren estrés térmico porque subraya, hay secciones en las que se registran hasta 45 grados de temperatura constantes. Así, dos trabajadores, según el sindicato, sufrieron en julio pasado, un golpe de calor en la fábrica. Uno de ellos fue atendido en Urgencias y permanece de baja.
La Inspección de Trabajo, tal y como relata el delegado de prevención de la empresa, en su actuación, ha pedido a la dirección medidas que palien el fuerte calor mediante la instalación de: extractores que saquen el calor al exterior y ventiladores en algunos puestos de trabajo para que muevan el aire.
La empresa en concreto y sobre la que hace eco la noticia, dedicada desde el año 1997 a la extrusión de perfiles de aluminio, dice que su planta cumple con todas las exigencias, hecho no compartido por los sindicatos.
Preguntada la empresa por los periodistas, desde la gerencia se afirma que la industria "no está ni más ni menos preparada para el calor que otras de la ciudad". Se asegura que en 50.000 metros cuadrados "no puede haber aire acondicionado". Y que no obstante se va a trabajar para encontrar una solución.
Me llamó así mismo la atención que, en momento alguno se hace referencia al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (ignoro cual es), ni a las medidas que este ha podido plantear de antemano, a las mediciones de estrés térmico que se hayan o no realizado, a las formaciones, planificación, reconocimientos médicos... Y sobre todo, a los planteamientos de medidas preventivas específicas que este haya podido comentar que se adopten.
Sea como fuere, el estrés térmico es un problema muy importante, no solo en el sector industrial, sino también en muchísimos más, y sin duda, el apoyo, seguimiento y ejecución de las medidas planteadas por los SPA, son de una importancia básica para afrontar estos problemas.
Las condiciones de trabajo salubres, seguras y saludables, han de ser una prioridad en todas las empresas, y sin duda para cumplir con este objetivo, han de apoyarse en un servicio de prevención adecuado y con infraestructura y medios suficientes para dar salida a todas las necesidades.
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