El primer riesgo que puede sufrir cualquier persona en un incendio es el de quemarse. Sin embargo, para los bomberos no es el único: apagar fuegos con frecuencia aumenta notablemente su exposición a cancerígenos, aunque la descontaminación inmediata de la piel después de sofocar un incendio es una forma de reducir su exposición a las sustancias que potencialmente causan cáncer.
Hablamos de una problemática actual que tenemos con los materiales de construcción y el uso generalizado de materiales plásticos que, al arder, generan gran cantidad de sustancias tóxicas y cancerígenas.
Entre 1990 y 2015 se hallaron los siguientes resultados: el 67% murió de cáncer, el 15% por enfermedades cardíacas, el 10% por traumatismos, el 6% por asfixia y 2 % por neumonía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario