¿Cómo se aplica
la ergonomía en la oficina?
Cada vez más compañías ofrecen la ergonomía como garantía y beneficio para atraer y
retener talento, ya que muchos empleados lo demandan. Ya lo decían
nuestras abuelas: con la salud no se juega, y en la oficina no es una excepción.
Cómo se aplica la ergonomía en la oficina: 9 trucos
Algunos de los elementos dependen de las facilidades, herramientas y
hábitos de la empresa, pero otros son responsabilidad directa de los propios
usuarios, es decir, de los empleados.
1.
Silla
ergonómica.
Contar con muebles de oficina ergonómicos es, más que un truco o
consejo, una obligación para cualquier empresa. Si las sillas operativas
no resultan cómodas ni se adaptan a la fisionomía de los usuarios que
las utilizan, difícilmente gozarán de una salud plena. La silla es la base
imprescindible.
2.
Complementos de oficina ergonómicos.
El reposapiés, los reposamuñecas y el reposacabezas son otros accesorios
de oficina que debes facilitar a tus empleados para que así su salud no se
vea empeorada. Muchas veces las sillas, bien por diseño o por fisionomía del
usuario, no acaban de resultar del todo cómodas y adaptables. En esos
casos, los trabajadores pueden echar mano de los reposapiés.
Los reposamuñecas deben ser utilizados siempre para así evitar que la muñeca
sufra dolores.
3.
Higiene postural saludable.
En este caso concreto, parte de la responsabilidad cae en el empleado. La
empresa debe facilitar formación de prevención de
riesgos, pero el trabajador es el responsable de adquirir una
buena y saludable postura con el fin de evitar futuras lesiones cervicales.
4.
Cambio de postura.
Este “truco” es realmente importante y cada vez son más las empresas y
usuarios que se están concienciando sobre esto. El cambio de postura tiene que
ver con que el trabajador modifique su posición a lo largo de la jornada.
No es recomendable que pase todo el rato sentado de la misma forma, de ahí
que cada vez más se creen diferentes estancias con distintos tipos de muebles
(taburetes bajos, sofás…).
Los escritorios de oficina con regulación en altura suponen una
herramienta de trabajo muy práctica y útil que además ayuda a reducir el
sedentarismo. Y es que, pasar todo el día sentado, a veces resulta
agotador; ahí es donde entran en juego las mesas regulables, facilitando que
el usuario adapte el mueble a su altura y a las tareas específicas que realice.
Además, que resulte amplia es fundamental. Una mesa de reducidas
dimensiones dificulta el trabajo y la movilidad.
6.
Salud fuera de la oficina.
Si hay un factor que dependa únicamente del empleado es éste. Los hábitos
y rutinas que realiza el trabajador en su tiempo libre y fuera del espacio de
trabajo acaba repercutiendo, de una forma u otra, en la salud y
estado de ánimo en el trabajo. De nada sirve que la empresa facilite
sillas ergonómicas si el colchón y almohadas que utiliza para dormir no son
cómodas, por ejemplo. Otro caso práctico es el siguiente: que el empleado no
apoye bien el talón del pie a caminar. Esto acabará repercutiendo en la salud
de su espalda, cervicales e incluso rodillas.
7.
El descanso.
Los momentos de relax y distensión son imprescindibles. Tanto dentro como fuera
de la oficina el trabajador tiene que tomarse descansos para así reactivar
su capacidad cognitiva y recuperar energías. En las horas de trabajo,
aprovechando para salir a almorzar, o quizás dando un pequeño paseo
después de la comida. También pequeños descansos mentales cada hora son
necesarios. Fuera del trabajo. Que pases un fin de semana tras
otro estresado, o corriendo de aquí para allá, no te ayudará a descansar y
acabará repercutiendo en tu salud a medio y largo plazo.
8.
Distancia del monitor.
Tiene mucho que ver con la postura del empleado. Lo recomendable es que
los ojos del empleado se sitúen a medio metro de distancia de la pantalla del
ordenador. Si crees que estás forzando la vista para leer, lo mejor es que
ajustes el tamaño de la letra de tu pantalla. De esta forma será el monitor el
que se adapte a ti, y no al revés.
9.
Importancia del ambiente y la atmósfera.
El ambiente y la atmósfera que reina en la oficina son fundamentales, por
ello el gerente, pero también el empleado, debe cuidar algunos factores
siguientes: que haya luz natural, ventanas cerca del escritorio, que la
temperatura sea la adecuada… incluso el
hilo musical ocupa su lugar.
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