Edificios inteligentes, concebidos con planteamientos de ahorro energético, que presentan muchas instalaciones centralizadas, que quizás por su “inteligencia”, como los hombres, acaban enfermando, conocido como “síndrome del edificio enfermo”.
¿Es inteligente
concebir para los hombres sin contar con el ergónomo en el proyecto?
Antes de profundizar más
en el tema. ¿Qué es el síndrome del edificio enfermo? Pues bien, la Organización Mundial de la Salud lo ha definido como un conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en estos espacios cerrados.
¿Qué quiere decir esto?
Es un conjunto de molestias y enfermedades originadas en la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico y los bioaerosoles, entre otros agentes causales.
Al dueño o al operador de un "edificio
enfermo", los síntomas pueden incluir altos niveles de empleados enfermos
o ausentismo, baja productividad, baja satisfacción laboral y alta rotación
de empleados.
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