La gestión de los espacios de trabajo es un factor importante
dentro de las empresas, el diseño del lugar afecta tanto a la elección y
disposición del mobiliario como a la distribución de los trabajadores dentro de
las oficinas, contribuye a mejorar la comodidad de los empleados, a facilitar
la colaboración entre departamentos, a desarrollar la inteligencia colectiva y a impulsar su rendimiento, lo que podría
generar un 25% de mejora en los ratios de productividad.
Diseñar la oficina no es solamente decorarla. No se trata
únicamente de hacer un espacio agradable a la vista, sino de convertirlo en lo
más funcional posible para la labor que se va a desarrollar en él. Aunque la
estética sí que importa, siempre debe ir supeditada a la funcionalidad que
tendrá esa oficina.
Con respecto al mobiliario, cuanto más cómodo y ergonómico sea mejor. Además, se
debe intentar que respete los colores corporativos, ya que son la imagen que
una empresa proyecta a sus clientes. Por ejemplo, los colores azul y verde son
generadores de nuevas ideas, mientras que el rojo se asocia a la atención por
los detalles.
En cuanto a los muebles, se recomienda huir de las formas
rectilíneas y primar las redondeadas. Las mesas redondas reflejan mayor colaboración.
Asimismo, la iluminación es vital, los espacios siempre deben contar con luz
suficiente, se recomienda contar con grandes ventanas que permitan pasar una
gran cantidad de luz natural.
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