Los mandos están presentes en muchos aspectos de
la vida cotidiana. Por su uso tan extendido y habitual, es conveniente tenerlos
bien identificados.
En un panel en el que existen botones con
diferentes funcionalidades es conveniente diferenciarlos de alguna manera, ya sea
por color, forma, tamaño, e incluso por el tacto. También pueden tener
retroiluminación para que sean visibles en condiciones de poca o ninguna luz.
Estos botones además se pueden agrupar según sea
su función, para tenerlos mejor localizados.
Tenemos varios ejemplos en distintos aparatos:
- En el mando a distancia de un televisor: botones de volumen, cambio de canal, y otras funciones. Las teclas están agrupadas según su función, diferenciándose en tamaño y color, e incluso mediante relieves.
- En el teclado de un ordenador: teclas de letras alfabéticas, otros símbolos, otras funciones, teclado numérico.
- En el mando de una videoconsola.
- En un cuadro de mandos de una fábrica.
- En una mesa de mezclas de sonido.

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