9 oct 2019


 -Reflexiones sobre la prevención

Un articulo interesante de prevenblog sobre los orígenes de la autonomía?

Tradicionalmente la Prevención de Riesgos Laborales se ha orientado a un objetivo fundamental, la seguridad. Se han hecho ingentes inversiones en mejorar la seguridad de lugares de trabajo, de máquinas, de procesos productivos; pero qué ha pasado con la Ergonomía?

Hace 15 años, cuando comencé a trabajar en Prevención, existían muchos métodos de ergonomía, RULA, OWAS, etc, que permitían evaluar los movimientos repetitivos, pero en puestos, valga la redundancia, repetitivos, aplicables a industria pero con fuertes limitaciones en trabajos más variados.


Mención aparte merece el estudio de la Manipulación Manual de Cargas, con una metodología enfocada a un puesto casi imposible, como es el manipular un solo peso en las mismas condiciones.



Pueden ser éstas las razones que hayan hecho de la ergonomía el “pato feo” de la Prevención? Es algo que no me atrevo a afirmar, aunque sí a pensar.

También hay buenas noticias, como son el desarrollo del portal de Ergonomía del INSHT, la proliferación de aplicaciones como las desarrolladas por Ergo IBV para la determinación del riesgo ergonómico que efectúan ingentes esfuerzos en incorporar a la valoración del riesgo, las posturas y/o manipulación de cargas como conjuntos de tareas en vez de tareas aisladas.

El defecto más probable, que se basen en metodologías antiguas que no contemplan realidades emergentes como es el progresivo envejecimiento de la población, cuando precisamente éste envejecimiento debería ser el principal impulsor del análisis ergonómico adecuado y objetivo de los puestos de trabajo. De hecho, existe alguna evidencia que un puesto correcto según el método, no provoque trastornos a los 20 años de vida laboral, por ejemplo?

Si realmente queremos hacer ergonomía, deberemos aprender a valorar la misma, no desde un punto de vista del “método”, que de hecho, en algunos casos arroja un resultado intolerable en trabajos tolerables precisamente por ésa variabilidad del trabajo. Si además de analizar todas las subtareas del puesto desde un punto de vista global, preguntamos a los trabajadores qué actos o trabajos les resultan más penosos, podremos actuar de forma efectiva en el diseño del puesto de trabajo (y si contamos con la participación de los trabajadores, garantizaremos su aceptación) y estaremos en posición de ventaja en algo que no podemos olvidar, que es la concienciación de los trabajadores para que eviten hábitos posturales dañinos.

Es una opinión quizá arriesgada, pero los métodos de análisis ergonómico se quedan en si el puesto es “legal” o no, encima con bastantes limitaciones. Si queremos que nuestra empresa llegue a ser una empresa saludable, responsable en la mejora de la sociedad y que aproveche plenamente el potencial de sus trabajadores, tendremos que obviar la rémora que en la práctica puede suponer un estudio ergonómico( necesario, no voy a negarlo) que nos indica parámetros para hacer el puesto no lesivo y no va más allá.

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