23 sept 2016

Ya no hay excusas para adoptar una buena postura al sentarnos

Hoy destacamos el proyecto que ha desarrollado Sheila Bermúdez, estudiante de Diseño y que ha sido tutorizado por el profesor de Ergonomía, Antonio Bustamante.

Una de las típicas sillas de plástico inyectado, presente en numerosas aulas, sirve como modelo y se transforma al enfundarle el cojín BAGK. Un cojín que reedita la postura corporal y resuelve posturas patógenas. Gracias a las correas que incorpora puede adaptarse a prácticamente cualquier silla. Estas correas sirven además para plegarlo de forma que pueda llevarse como una bolsa.

Sheila explica: “Tras un análisis de las posturas en el ámbito de los espacios de trabajo, hemos detectado que los usuarios de mobiliario para oficinas y centros educativos acostumbran a adoptar posturas patógenas.”

Este proyecto trata de desarrollar un objeto transportable que pueda adaptarse a cualquier tipo de silla y que corrija la postura del usuario, proporcionando de esta manera una mayor comodidad y garantizando la salud de las personas.
Existe una gran variedad de sillas diseñadas para corregir la postura del usuario, pero son caras y no se usan en la mayoría de espacios de trabajo y al final se acaba haciendo uso de un mobiliario que no está pensado para pasar largas horas sentado, y por tanto, no se usa correctamente.





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