30 nov 2018

Daños y lesiones comunes en PVD

Es de vital importancia identificar los diferentes focos de riesgo presentes en un puesto en el que se trabaja con pantallas de visualización de datos, para evaluar los riesgos y tomar las medidas oportunas, evitando los daños y lesiones que puedan desencadenarse. Por consiguiente, cuando en un puesto de trabajo se caracteriza por la utilización de pantallas de visualización de datos y además, al trabajador se le considera “usuario de PVD´s”, es interesante, conocer los posibles daños y lesiones asociadas con la finalidad de prevenirlas, en la medida de lo posible, o, en el caso de que ya se hayan producido, evitarlas o minimizarlas. Los posibles daños y lesiones que puede ocasionar la utilización de pantallas de visualización de datos son las siguientes: 

a. FATIGA FÍSICA. 

Las causas fundamentales para la aparición de la carga física son: 

• Posturas incorrectas. 
• Estatismo postural. 

Las posturas incorrectas más acentuadas en los trabajadores que manejan una Pantalla de Visualización de Datos son: 
• Inclinación excesiva de la cabeza. 
• Rotación lateral de la cabeza. 
• Inclinación del tronco hacia delante. 
• Flexión excesiva de la mano respecto al eje del antebrazo. 
• Inclinación del fémur hacia abajo. 

El estatismo postural se refiere a los efectos que provoca el mantenimiento de una postura estática repetitiva, generalmente son:

• Trastornos circulatorios
• Sobreesfuerzo muscular. 
• Dorsalgias. 
• Lumbalgias.

b. FATIGA OCULAR

Las causas fundamentales que provocan la fatiga visual suelen ser: 

• Reflejos sobre los elementos del puesto de trabajo. 
• Exigencias de la tarea (tiempo, nivel de atención,...).
• Cambios continuados en la acomodación visual del ojo ocasionado por diversas distancias de trabajo (ojo - documento; ojo - pantalla). 
• Iluminación inadecuada del puesto de trabajo.

c. FATIGA MENTAL 

Es una alteración muy común entre los trabajadores usuarios de PVD’s. Este tipo de fatiga consiste en una disminución de la eficiencia funcional mental debida, generalmente, a un esfuerzo intelectual o mental excesivo, es decir, el trabajador es menos eficiente al realizar su tarea ya que, por ejemplo, comete más errores. Este trastorno se puede presentar puntualmente o en un período corto de tiempo debido, por ejemplo, a una cantidad mayor de trabajo o, por el contrario, se puede presentar de forma más duradera afectando además de a la salud del trabajador a otros aspectos, como son: absentismo, disminución de productividad, motivación, relaciones sociales (compañeros, familiares, amigos…), entre otros.

La fatiga mental puede desencadenar los siguientes síntomas: 
• Síntomas somáticos: Cefaleas, hipersudoración, palpitaciones, mareos y trastornos digestivos (diarrea, nauseas…). 
• Síntomas psíquicos: ansiedad, irritabilidad, estados depresivos, llegando a una situación de estrés si el organismo es incapaz de recuperar por sí mismo el estado de normalidad o si no son corregidas las condiciones desfavorables: ambiente, trabajo mal racionado, etc. 
• Trastornos del sueño: Pesadillas, insomnio y sueño agitado.


Lo importante a la hora de trabajar con PVD es hacer buenas prácticas en este para evitar los anteriores daños y lesiones, como vamos a ver en este vídeo de Aica, Asociación de Empresarios de Alcobendas en colaboración con Asifor Ingeniería.


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