15 dic 2016

10 cosas que debes saber sobre el trabajo con exposición al frío

En esta entrada queremos hacer un breve recordatorio de los puntos clave que todos debemos recordar acerca de la protección de la salud de los trabajadores expuestos al frío y de los Equipos de Protección Individual que se utilizan habitualmente en estos entornos.

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1.    Tres parámetros a tener en cuenta: Temperatura, viento y humedad. Para evaluar el riesgo por frío, debemos tener en cuenta que no sólo la temperatura, sino que también la velocidad del viento y la humedad presentes influirán en el balance térmico que nos permitirá determinar si los trabajadores pueden sufrir daños a la salud como consecuencia de exposición al frío.
2.    Hay que tomar en consideración las particularidades de la tarea… El calor metabólico generado por el propio organismo también juega su papel en el balance térmico que debemos realizar en nuestra evaluación.
En el caso de la protección contra el frío, un aislamiento térmico excesivo provocará la sudoración del trabajador, lo cual puede agravar las consecuencias de la exposición al frío. Otro factor a tener en cuenta es la posibilidad de que la tarea a realizar suponga la exposición a temperaturas cambiantes a lo largo de la jornada laboral.
3.    No nos olvidemos del trabajador. A fin de cuentas, son ellos/as las que desempeñan la tarea, quienes están expuestos/as al riesgo, y quienes llevan el EPI. Ahora sabemos que algunas endocrinopatías pueden favorecer la hipotermia en determinadas circunstancias. También hay que tener en consideración que el consumo de determinados medicamentos pueden afectar la función de regulación térmica del organismo. Todo ello deberá ser tenido en cuenta a la hora de evaluar el riesgo por frío.
4.    Los efectos del frío van más allá de los estornudos y el catarro. Una temperatura ambiente inferior a 5 °C, puede tener efectos directos sobre la salud de los trabajadores expuestos. Además de los efectos que se conocen popularmente, hay evidencia documentada de que el frío puede fomentar la aparición de trastornos musculo-esqueléticos (primera causa de baja laboral temporal), provocar hipersensibilidad y alergia al frío, propiciar la aparición de afecciones respiratorias (asma, bronquitis, etc.), cardiovasculares, articulares y digestivas, y un largo etcétera que culmina con la hipotermia, poniendo de manifiesto así la importancia de ofrecer una protección eficaz frente a este agente.
5.    El riesgo se combate con un EPI (y no, no vale con un simple abrigo).  En caso de que se determine que existe un riesgo, deben aplicarse las medidas preventivas de índole organizativa, técnica o de cualquier otra naturaleza para neutralizar el riesgo, o para reducirlo a límites admisibles. Pero, si tras ello el riesgo persiste, debemos usar un EPI y nos referimos a cualquier prenda de abrigo (por buena que ésta pueda ser). Un EPI es un EPI, sólo el vestuario de protección que ha sido sometido a los procesos de evaluación del RD 1407/1992 podrá ofrecer valores de niveles de prestación que se relacionen con los datos obtenidos en la evaluación correspondiente de forma fiable.
6.    Tres normas para prendas…En caso de tener que recurrir al EPI para proteger a los trabajadores frente al frío, existen tres normas que definen requisitos de prestación para las ropas y guantes contra el frío:
o UNE-EN 14058:2004. Prendas de protección contra ambientes fríos. Destinadas a ambientes de temperatura igual o superior a -5 °C con o sin presencia de viento y humedad.
o UNE-EN 342:2004. Prendas y conjuntos de prendas de protección contra el frío. Destinadas a situaciones con temperaturas inferiores a los -5 °C.
o    UNE-EN 511:2006. Guantes de protección contra el frío.
7.    …y también para calzado. Cuando se trabaja en el exterior en condiciones climatológicas frías (no extremas) o en la industria alimentaria, puede seleccionarse calzado de seguridad, protección o trabajo (normas UNE-EN ISO 20345:2012, UNE-EN ISO 20346:2014 y UNE-EN  ISO 20347:2013 respectivamente), que incorporen la propiedad adicional de aislamiento frente al frío del suelo, marcada con el código CE.
8.    El frío afecta a otros tipos de EPI. El comportamiento y las prestaciones de algunos tipos de EPI pueden verse afectados por las bajas temperaturas, sobre todo aquellos que están destinados a ofrecer protección frente a impactos mecánicos, debido al incremento en la rigidez de los materiales constitutivos de los EPI.
9.    Protege también tu cabeza. Aunque los gorros y cubrecabezas están fuera del ámbito de aplicación de las normas antes citadas, alrededor del 50% del calor corporal se pierde a través de la cabeza. Debería usarse un gorro de lana o similar para evitar la pérdida excesiva de calor.

10. Mejor varias capas de protección. Las capas de protección proporcionan mejor protección que una única prenda debido al aire que hay entre las capas. Por otro lado, las múltiples capas dan la opción de adaptarse a las condiciones de temperatura cambiantes al poder abrir o quitar alguna capa para evitar una sobreprotección que pudiese dar lugar a la sudoración. La capa más interna, además de aislamiento debería permitir retirar la humedad, manteniendo la piel del usuario seca. Además, las capas adicionales de ropa deberían permitir abrirse o retirarse para evitar la sudoración. Las chaquetas externas deberían tener elementos de cierre y abertura en cintura, cuello y puños para ayudar en el control de la cantidad de calor retenido.

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