26 feb 2018

CINCO MANERAS PARA EVITAR QUEMARSE EN EL TRABAJO.

El Burnout no sólo afecta al desempeño laboral, si no también a la salud del trabajador.


El Síndrome del QuemadoBurnout es uno de los principales enemigos de todo trabajador. Este afecta su desempeño laboral pero también sus emociones, por lo que tiene un impacto directo en la salud y la forma en que estos controlan el estrés y la ansiedad.

¿Qué es el Burnout?

Con esta palabra se hace referencia a trabajadores que están quemados, desgastados o que en otras palabras han perdido toda motivación por su trabajo. Por lo general, estos viven constantemente estresados a causa de su empleo.
Puede parecer un típico problema de oficina, pero lo cierto es que este sentimiento se extiende incluso en el hogar, y causa que el trabajador disminuya su productividad laboral pero al mismo tiempo desarrolle estrés, ansiedad y problemas de concentración.
Entre los efectos físicos y psicológicos más comunes que este síndrome puede generar, se encuentran los dolores de cabeza, problemas de presión, insomnio, irritabilidad e incluso agresividad.
Su impacto en la salud física y emocional del trabajador quemado es devastador. Por eso, resulta sumamente importante aprender a prevenirlo.

¿Cómo evitar quemarse?

Existen diversos consejos que pueden darse para profesionales en busca de cuidar su salud emocional en la oficina. En este caso, destacaremos 5 formas con las que es posible evitar quemarse en el trabajo:
1) Aprender a controlar las emociones en lugar de dejar que estas controlen al trabajador. Ser capaz de identificarlas y canalizarlas en actividades positivas.
2) Meditar o practicar Mindfulness cada día para dejar ir las malas energías creadas en el trabajo.
3) Practicar un deporte de forma habitual, para aprovechar los beneficios generados con la endorfina.
4) Tener un amigo en el trabajo, una persona con la que conversar de los temas más estresantes, un aliado al que acudir en caso de sentir que el nivel de estrés aumenta.
5) Evitar tareas para las que no se tiene la capacitación adecuada o que no corresponden con el puesto de trabajo que se posee. Incluso cuando estas son solicitadas por un superior, lo mejor es rechazarlas y enfocarse únicamente en lo adecuado para el puesto y las habilidades que tiene el trabajador.
Prevenir el burnout no es tarea de un solo día. Requiere del compromiso y trabajo constante cada vez que se ingresa a la oficina, pero sobre todo, requiere comprender que a fin de cuentas “es solo un trabajo” y nada más.

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